Definitivamente San Nicolás no pudo contra la sagacidad mental de la hilarante lucidez de los pequeños, ni la crisis anuló lo que año a año se ha convertido en una actividad tradicional en la ciudad de Mérida, Venezuela: el encendido del Árbol de Navidad del Edificio del Rectorado de la Universidad de Los Andes (ULA).

Este año se realizó más temprano, no sólo por el riesgo de inseguridad que trae la noche, sino además por el grave problema de transporte que afecta a la ciudad y que impide la movilización óptima en horas nocturnas, sin embargo, como siempre, tuvo la masiva asistencia de la familia universitaria y merideña, con una actividad en la que los niños son los protagonistas para marcar el inicio de una temporada que debe ser de regocijo, compartir y detonador de los mejores deseos para el prójimo y el país.

Las voces del Coro de Niños y Jóvenes de la ULA y el Coro Riquirán se juntaron al Orfeón Universitario de la ULA para amenizar con villancicos, parrandas y gaitas a todos los presentes que gozaron de una tarde memorable cargada de paz, amor y esperanza.

El momento fue propicio para que el rector de la ULA dispensara palabras de bienvenida, en el marco de las grabaciones del mensaje navideño 2018. Recordó a los presentes los recientes hechos de intervención en la Universidad de Carabobo así como en el Núcleo Trujillo de nuestra casa de estudios y en ese sentido dijo que la Navidad deberá también ser época de reflexión sobre cómo será la defensa de la universidad en los tiempos venideros. Por su parte el secretario de la ULA, profesor José Andérez, también dibujó realidades de encuentros y desencuentros que ameritan lograr el punto de armonía.

Ciudadano Rector de la Universidad Prof. Mario Bonucci se dirige a los presentes

La actividad culminó con la invitación a los niños al Aula Magna, que fue abierta para que conocieran el espacio donde algún día, no muy lejano, podrán recibir sus títulos como profesionales de la República de Venezuela. 

Fuente: Prensa ULA / Fotos Ramon Pico