Conocí al profesor Francisco Belandria (FB) en el año 1963, como nuestro profesor de Castellano y Literatura, siendo yo alumno del segundo año de bachillerato en el seminario Arquidiocesano de Mérida. Cursaba él tercer año de Economía. Su familia residía en una casa del barrio el Espejo, cerca del viejo cementerio, por la Av. 8, que en ese tiempo circulaba bajando. Luego, en el año 1967, al comenzar yo a estudiar economía, sería FB el profesor de historia de la economía, hasta irse de postgrado a Nortwestern University, a fines de ese año.
La contribución de Francisco Belandria a la literatura económica se centra en el análisis econométrico de la demanda, y es relevante no sólo localmente, sino a una escala más internacional y universal. El estudio de los sistemas y elasticidades de la demanda es un tema de particular importancia en el análisis económico teórico y práctico. Dichos estudios cobraron fuerza con el advenimiento de tres elementos: los métodos econométricos y numéricos robustos, el poder computacional y la disponibilidad de abundantes datos generados a partir de las Encuestas de Presupuestos Familiares (EPF).
Los movimientos de los años 60 y 70 en el campo de la economía empírica permitieron notables avances. En los años 60 los estudios teóricos sobre demanda cristalizan en el grupo Cambridge, con R. Stone y A. Barten (1), estableciendo las bases para todo el desarrollo de los sistemas lineales de demanda. En los años 70 se organiza el grupo de investigación sobre patrones de demanda del Banco Mundial, con C. Lluch y A. Powel (6).
En Venezuela, en el año 1966 se inician las investigaciones basadas en Encuestas de Presupuestos Familiares siguiendo metodologías estandarizadas. Entre 1966 y 1969, el Banco Central de Venezuela levanta la EPF en Caracas, la Universidad del Zulia, en Maracaibo y esta información pasa a formar parte de la base ECIEL (Estudios Conjuntos sobre Integración Económica Latinoamericana), organización que emprende el estudio de gastos e ingreso en cuatro ciudades suramericanas (Caracas, Bogotá, Lima, Guayaquil). Se conformaba así una base de 4.117 hogares, que permitió determinar los patrones de gastos de consumo por estratos de ingresos, así como otras características socio-demográficas de esas ciudades (5; 8).
En el año 1967 el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) de la Universidad de Los Andes (ULA) dirigió y ejecutó la EPF-67, bajo el patrocinio de la Corporación de Los Andes. El propósito de la EPF fue calcular las ponderaciones para el Índice del Costo de Vida en la ciudad de Mérida. La información fue clasificada en 16 grupos de gasto y fue utilizada por FB como insumo para escribir su disertación doctoral (Belandria, 1970). “El estudio de Belandria muestra que en 1967 las familias merideñas asignaban la mayor proporción de su ingreso al gasto alimentario, que representaba el 31,1% del gasto total. Le seguía en importancia el gasto en vivienda y sus servicios, con 31,0%; luego los otros gastos, representaba el 26,1%. Finalmente los hogares merideños en 1967 dedicaban en promedio un 11,8% de sus gastos al grupo ropa y equipos del hogar”.
El profesor Alan A. Powell (Monash University, Australia) en su libro Empirical Analytics of Demand Systems, en el tema referente a la estimación con datos Cross Section, cita la disertación de FB y dice textualmente: “...Many ideas presented here were developed either implicitly or explicitly by FB in his PhD dissertation” (Cap. 6, Pág. 124, Nota 25). La tesis de FB fue el primer trabajo sobre estimación de sistemas de demanda en Venezuela y uno de los primeros en LA.
Asimismo, Constantino Lluch manifiesta, en el libro publicado por el Banco Mundial(6) sobre métodos de estimación de elasticidades de demanda con datos cross section, en ausencia de datos de precios: "...The estimation of ELES from household budged data was first implemented by F. Belandria”, 1971. Nota 34, pág. 31, Cap. 2). FB, en su disertación plantea un método novedoso para estimar elasticidades demanda, para datos de Encuestas de Presupuestos Familiares, en ausencia de datos de precios.
Estos trabajos de FB sentaron las bases para que en nuestra facultad de la ULA, años después, se consolidara un fructífero grupo de investigación en el campo del análisis de la demanda, generando tesis de maestría y artículos en el área.
Recuerdo en diciembre 1971 cuando FB regresó de Evaston, Illinois, en nuestra graduación de economista, la conversación sostenida sobre el tema y el interés manifiesto para seguir trabajando en el tema del análisis de la demanda.
En 1973 volveríamos a encontrarnos en la especialidad de Administración de Proyectos Públicos (OEA-CICAP-ENAP), dictado en la sede de CIDIAT. El profesor de econometría fue FB, quien luego sería mi tutor en mi primer trabajo de ascenso sobre funciones de producción de la Región Andina Venezolana.
En 1979, regresando de Iowa, FB fungía como director de IEAC; me encargaría entonces el curso de análisis estadístico multivariante en la maestría en Estadística, curso con el cual sigo colaborando y que generó toda una línea de investigación en el área.
En los años 80, luego de regresar de la Universidad de California Los Ángeles, se interesó por temas estadísticos más complejos: los métodos econométricos para el análisis de modelos estructurales. Ello hizo que se consolidara otra línea de investigación en el IEAC, haciendo posible la visita en Mérida de dos autoridades en el tema: el profesor Karl Joreskog, creador del LISREL, y el profesor Beng Muthen, exponente de los modelos estructurales con variables categóricas y creador del MPLUS.
Resume esto, de manera apresurada, la labor investigativa de FB. Fue un crítico entusiasta de la econometría y de la teoría económica. Sus métodos de enseñanza fueron novedosos y especiales. Su impronta quedó en todos nosotros que seguimos la vía del análisis cuantitativo de la economía. Hace un par de años habíamos planeado escribir un texto que contara la historia pequeña del desarrollo de los sistemas de demanda en Venezuela. No pudo concluirse y queda pendiente su culminación.
Giampaolo Orlandoni
Julio de 2012.
Referencias Bibliográficas:
- Barter, Anton (1964). Consumer Demand Functions under Conditions of Almost Additive Preferences, Econometrica 32, N.1-2
- Belandria, Francisco (1971). An Empirical Study of Consumer Expenditure Patterns in Venezuelan Cities, PhD dissertation, Northwestern University, August 1971.
- Powell, Alan A. (1974). Empirical Analytics of Demand Systems, Lexington Books, Heath and Co. Lexington, Mass. USA.
- Belandria, Francisco (1973). Sistemas Lineales de Demanda. ULA. Trabajo de Ascenso. Mérida. Venezuela.
- Musgrove, Philip (1975). Algunos Criterios para el aprovechamiento inicial de Datos de Presupuestos Familiares. Universidad de Carabobo, I Jornada sobre Metodología de los Indices del Costo de la Vida. Valencia, Dic 1975.
- Lluch, Constantino; A. Powell; A. Ross (1977). Patterns in Household Demand and Saving, with contributions by R. Betancourt, Howard Howe, and Philip Musgrove. Oxford University Press. World Bank.
- Anido, Daniel (1998). Sistema Lineal del Gasto: Especificación y estimación para la Ciudad de Mérida, 1986. Mérida. Venezuela. Universidad de Los Andes. Tesis de Maestría.
- Orlandoni M., Giampaolo et al (2007). Estructura del gasto y del ingreso familiar en la ciudad de Mérida, Venezuela. Un análisis basado en las encuestas de presupuestos familiares. Fermentum. Mérida. Venezuela.