Es el conjunto de conocimientos requeridos para obtener una formación amplia y general en las materias fundamentales del Derecho, para que el egresado cubra el mayor ámbito posible del ejercicio profesional. Consiste en formar el abogado que el país necesita, el cual debe ser:
A. Un Profesional Perito en Derecho: capaz de aplicar sus conocimientos teóricos en la defensa de los derechos e intereses de los ciudadanos y las colectividades.
B. Un Profesional con Sensibilidad Social: suficiente para saber y entender donde comienza y donde termina el derecho de cada quien.
La Profesión de Abogado va siempre vinculada a la historia de los pueblos, representa su ética, la más alta expresión de la defensa de los derechos individuales del hombre y la garantía de respetar los que establece la Constitución, contribuyendo con ello a la seguridad jurídica que debe reinar en un Estado de Derecho. Tal y como afirma el ilustre jurista Ángel Ossorio en su libro:
El Alma de la Toga: "la abogacía no se cimienta en la lucidez del Ingenio sino en la actitud de la conciencia. Esa es la piedra angular".